En una inusual y potencialmente peligrosa situación, un vecino de Río Tercero, mientras buscaba objetos con su detector de metales, se topó con un objeto que resultó ser mucho más que un simple metal enterrado. El sorprendente hallazgo tuvo lugar en las márgenes del río Ctalamochita a la altura de esa localidad.
El vecino, quien prefirió mantener su identidad en el anonimato, alertó a las autoridades sobre el objeto. Poco después, personal especializado se trasladó al sitio para determinar la naturaleza y el potencial riesgo del objeto descubierto.
Lo que se encontró enterrado no fue un objeto común y corriente: era un proyectil de guerra de alto calibre. Según informó el medio digital elonce.com, el artefacto es «un proyectil de artillería de 105 milímetros, sin espoleta». Sin embargo, la condición del proyectil no es óptima. El mismo medio señaló que estaba «en malas condiciones de conservación y con una carga interna que aún deberá determinarse», lo que podría representar un peligro si el contenido es inflamable o explosivo.
Luego de la intervención y el análisis inicial por parte del personal policial especializado, el proyectil fue cuidadosamente transportado a la base de Río Tercero para su adecuado resguardo y posterior análisis. Esta operación se realizó bajo estrictas medidas de seguridad para evitar cualquier tipo de incidente que pudiera surgir dadas las características del objeto.
Mientras tanto, la Justicia Federal de Villa María ha tomado cartas en el asunto, interviniendo en el caso. Se espera que, en los próximos días, se proporcione más información sobre el origen y las implicaciones de este inesperado hallazgo, que sin duda ha causado conmoción y curiosidad en la comunidad de Río Tercero. Es un recordatorio de que, a veces, los rastros del pasado pueden surgir de la forma más inesperada.