Este viernes murió Cheems, el perro más viral de internet: el famoso Balltze, también llamado «Cheems», la mascota de raza Shiba que se hizo furor en 2017 y, a partir de ese momento, se transformó en un meme para la posteridad.
La mascota murió a causa de un cáncer diagnosticado meses atrás. Balltze consiguió la fama cuando su dueña posteó una foto graciosa del animal sentado. «Pensé que tenía un shibainu, pero esto no es», escribió en la publicación.
Kathy, la dueña de Cheems, lo adoptó cuando tenía apenas un año y, tiempo después, creó una cuenta de Instagram para compartir imágenes y videos sobre el perro Shiba.
«Se durmió el viernes por la mañana durante su última cirugía de toracentesis. Originalmente, queríamos arreglar la quimioterapia u otro tratamiento posible para él después de esta operación, pero ya es demasiado tarde», expresó Kathy. Sin embargo, la dueña de uno de los perros más famosos del mundo pidió recordarlo como lo que era: una cara, transformada en un meme, que alegraba a miles de usuarios en internet.
«No estés triste, por favor recuerda la alegría que Balltze trajo al mundo. Un Shiba Inu con una cara sonriente redonda que nos conecta a ti y a mí, ha ayudado a muchas personas durante la pandemia y ha traído mucha alegría a muchos de vosotros, pero ahora su misión fue completada», agregó.
Cheems, además de su historia en redes sociales, quedará inmortalizado por ser la cara de una criptomoneda: la dogecoin.
A partir de esa foto el Shiba Inu dejó de ser sólo una de las razas más famosas que existen en Japón y se convirtió en el rostro de dos de los tokens de un ecosistema que demuestra vida más allá del Bitcoin y el Ethereum.El Dogecoin, que se estrenó hace 7 años, y el Shiba Inu, fundado en 2020, no sólo se caracterizan por usar una foto de un perro, sino que también surgieron como un chiste a causa del perro Balltze.
En el mundo cripto se puede ver una gran influencia a partir de la popularidad que pueden generar este tipo de memes dentro de los usuarios de criptomonedas. Aunque estos activos digitales no suelen estar destinados a tomarse en serio, pueden ganar impulso cuando los miembros de la comunidad compran la más nueva para participar en la broma.