Silvina Luna murió este jueves a los 43 años en el Hospital Italiano, donde estaba internada desde el 13 de junio. La modelo sufría de una insuficiencia renal aguda producto de una mala praxis en una operación estética realizada por el doctor Aníbal Lotocki en 2011 y aguardaba un trasplante de riñón, que se demoró tras haber contraído una bacteria que derivó en su internación durante dos meses y medio.
En las últimas horas su abogado, Fernando Burlando, había asegurado que la modelo estuvo “realmente luchando por su vida, por su recuperación”. Está siendo una lucha incansable. Y estas cosas hacen que no se sepa qué puede pasar”, dijo el letrado en Poco Correctos, por El Trece.
Saltó a la fama en la segunda edición de Gran Hermano y, desde entonces, fue modelo, vedette, DJ, panelista y coach ontológica; en 2010 se sometió a un procedimiento estético con Aníbal Lotocki que le provocó diversas complicaciones que derivaron en su fallecimiento en el Hospital Italiano, donde se encontraba internada desde el 13 de junio.
Luego de 79 días de internación en el Hospital Italiano, Silvina Luna murió este jueves a los 43 años. La modelo y actriz llevaba una década luchando contra una insuficiencia renal que desarrolló tras un procedimento estético que le realizó el doctor Aníbal Lotocki en 2010. Llegó a estar en la lista de espera del Incucai (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante) para un trasplante de riñón, pero distintas complicaciones la llevaron un estado que en las últimas horas se volvió irreversible.
Sus problemas de salud comenzaron como consecuencia de una cirugía estética de glúteos, en la que se le inyectó metacrilato mezclado con otras sustancias no determinadas que ingresaron en su torrente sanguíneo y le provocaron un cuadro crónico de hipercalcemia primero e insuficiencia renal después. Junto a otras víctimas -Stefy Xipolitakis, Pamela Sosa y Gabriela Trenchi- se convirtió en querellante en el juicio que se le llevó adelante a Lotocki, en el que el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional (TOC) porteño N º28 lo condenó por lesiones graves en febrero de 2022 a 4 años de prisión de cumplimiento efectivo y 5 de inhabilitación para ejercer su profesión.