Tropas israelíes rodeaban ayer Khan Yunis, la mayor ciudad del sur de la Franja de Gaza, y se enfrentaban con milicianos del movimiento islamista palestino Hamás en sus calles y en otras partes del enclave, en los combates más intensos en dos meses de hostilidades.
El conflicto, que ha dejado miles de muertos, se desplazó al sur de Gaza, tras feroces bombardeos que redujeron a escombros gran parte del norte de la Franja y empujaron a casi 2 millones de personas, el 80% de los gazatíes, a dejar sus hogares.
La ONU, que criticó muchas veces la ofensiva, denunció ayer el «horror absoluto» en que viven los 2,3 millones de palestinos de Gaza y dijo que los combates y bombardeos de esta semana han paralizado en gran parte la distribución de ayuda humanitaria.
Israel dice que ya no puede aceptar una presencia militar de Hamás en Gaza, donde el grupo gobierna desde 2007, después de sus ataques del 7 de octubre en el sur israelí, que desencadenaron la actual ofensiva.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, dijo que Israel mantendrá el control de la seguridad en Gaza por tiempo indefinido una vez que Hamás sea erradicado, algo a lo que se oponen Estados Unidos y gran parte de la comunidad internacional.
El Ejército israelí dijo que había llegado al “corazón” de Khan Yunis, después de lo que describió como “el día más intenso” de combates desde el inicio de la operación terrestre, hace cinco semanas, con fuertes enfrentamientos también en el norte.
En la ciudad, que se ubica a apenas nueve kilómetros de la frontera sur, con Egipto, se refugian decenas de miles de palestinos que huyeron del norte de la Franja, acatando órdenes de evacuación del Ejército israelí.
Las calles estaban prácticamente vacías ayer por la mañana, mientras los hospitales no paraban de recibir muertos y heridos.
«Estábamos en el centro de Khan Yunis. Toda la ciudad sufre destrucciones y bombardeos incesantes», dijo el palestino Hassan al Qadi, un habitante de Khan Yunis desplazado ayer a Rafah, la ciudad más sureña del territorio, a la agencia AFP.
«Si nos quieren matar, que nos rodeen en un solo lugar y nos maten a todos juntos. Pero forzarnos a desplazarnos de un sitio a otro, no es justo», añadió.
En los últimos tres días, la distribución de ayuda humanitaria solo fue posible en Rafah y sus alrededores, debido a los combates y al cierre de rutas por parte de fuerzas israelíes, dijo la oficina de ayuda humanitaria de la ONU (OCHA).